La inflación en México sorprendió positivamente al desacelerarse durante la primera quincena de octubre, ubicándose en 3.63% anual, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este resultado marca la primera baja en dos meses y refuerza las expectativas de una estabilidad gradual en los precios al cierre de 2025.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) avanzó solo 0.21% respecto a la quincena anterior, por debajo de lo esperado por analistas, que estimaban un aumento de 0.28%. En tanto, la inflación subyacente, que excluye los productos más volátiles como alimentos frescos y energéticos, se ubicó en 4.24%, su menor nivel desde mediados de agosto.
Según el Inegi, los productos que más contribuyeron a contener el alza general fueron el gas doméstico LP, la electricidad, el limón y algunas frutas y verduras de temporada, cuyos precios disminuyeron. Por el contrario, se registraron incrementos en productos como el pollo, la tortilla de maíz y el transporte aéreo.
El Banco de México (Banxico) ha mantenido su tasa de interés de referencia en 10.75%, en un esfuerzo por consolidar la convergencia de la inflación hacia su meta de 3%. Analistas financieros anticipan que, si esta tendencia se mantiene, el banco central podría considerar ajustes a la baja en su política monetaria a inicios de 2026.
De acuerdo con Citibanamex, la desaceleración observada refuerza el escenario de un cierre de año con una inflación cercana al 4%, lo que aliviaría parcialmente la presión sobre los precios al consumidor y daría un respiro a los hogares mexicanos tras meses de persistente encarecimiento.
Con este comportamiento, México se coloca entre los países de América Latina con menor inflación interanual, superado únicamente por naciones como Brasil y Chile, que también muestran señales de recuperación en sus índices de precios.
Aunque los retos persisten —especialmente en el rubro de alimentos procesados y servicios—, los especialistas coinciden en que los datos de octubre son una señal alentadora para el poder adquisitivo y la estabilidad económica nacional.

