¿Dónde se vive con más miedo en México? INEGI tiene la respuesta

by | Oct 23, 2025 | Noticias, Opinión | 0 comments

De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) elaborada por el INEGICuliacán, Sinaloa, e Irapuato, Guanajuato, se posicionaron en el tercer trimestre de 2025 como las ciudades con mayor percepción de inseguridad en el país.

El informe, presentado este jueves, revela que más del 90% de los habitantes de Culiacán y 87% en Irapuatoconsideran que vivir en su ciudad es inseguro. Estas cifras superan el promedio nacional, que se ubicó en 61.1%, y muestran un ligero incremento respecto al trimestre anterior.

Entre las principales causas de temor señaladas por los encuestados se encuentran los asaltos en la vía pública, la presencia de bandas criminales y la violencia asociada al narcotráfico, factores que históricamente han afectado a ambas entidades.

Por el contrario, las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron San Pedro Garza García (12.5%)Piedras Negras (18.3%)Benito Juárez, CDMX (19.8%), y Los Mochis (22.1%), donde la población reporta mayor confianza en las autoridades locales y un incremento en patrullajes preventivos.

El estudio del INEGI abarca 90 ciudades del país y mide la percepción ciudadana en torno a la seguridad pública, la confianza en las instituciones y la frecuencia de conductas delictivas en el entorno urbano.

Expertos consultados señalan que la percepción de inseguridad no siempre coincide con la incidencia delictiva real, pero afecta directamente la vida económica y social de las regiones, al limitar actividades comerciales, turismo y movilidad nocturna.

El organismo destacó que la percepción de inseguridad es más alta entre las mujeres, con un 66.9%, frente al 54.2% de los hombres, lo que subraya la persistencia de brechas de género en materia de seguridad urbana.

La ENSU también reveló que los espacios donde las personas se sienten más vulnerables son los cajeros automáticos, el transporte público y las calles que transitan habitualmente, lo que refuerza la urgencia de políticas integrales de prevención del delito.